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Por La Jornada
CDMX, México; 23 de junio.- La reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales se trata de una transformación profunda, que exige tiempo y por este motivo debe de llevarse de manera gradual, “por eso debemos hacer cambios, adecuaciones de importante del calado y muy significativas”, sostuvo el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Bolaños López.
“Habrá seguramente quienes en algún momento consideren que esta reducción de jornada debería de implementarse de manera inmediata, súbita, de un día para otro, hay otras posiciones que sugieren además, por otra parte que no es necesariamente el mejor momento para avanzar en esta reducción, pero que no haya duda, siempre es un buen momento para defender y ver los derechos de los trabajadores”.
Durante la inauguración del segundo foro para la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, que se realiza en Monterrey, Nuevo León, dijo que el propósito fundamental de estas reuniones es definir de manera colaborativa un conjunto de premisas que sirvan como base para el plan “de implementación” gradual.
“La Secretaría del Trabajo siempre ha sido un espacio abierto para el diálogo, para el encuentro, para la escucha y esto evidentemente por el nivel de calado de esta reforma implica que reiteremos ese carácter nuevamente.
Reiteró los diversos efectos que puede tener una reducción de jornada laboral, pues de acuerdo con la Organización Internacional de Trabajo (OIT) indicó que existe evidencia que acortar la jornada puede generar incrementos en la productividad a través de diversos mecanismos, por ejemplo, la disminución de la fatiga de los errores, de los accidentes, del ausentismo y los conflictos entre la vida personal y laboral.
Por su parte, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, propuso que haya estímulos fiscales pide para las empresas que “le entren” a la semana laboral de 40 horas. “Lo que yo propondría a esta mesa es que aquellas empresas que estén listas, sabemos que hay algunas que ya los están haciendo, de Nuevo León que ayuden al Estado y a la federación a implementar el esquema de 40 horas, tengan beneficios fiscales para compensar pues ese costo que les puede repercutir, por ejemplo, ya no trabajar los sábados o las horas extra”.
Asimismo, manifestó que las grandes reformas y proyectos tienen que ser muy bien planeados, implacablemente ejecutados y sobre todo graduales. En Nuevo León somos la ciudad industrial de México y una reforma de tan gran calado como esta, pues debe ser consensuado con nuestras industrias, con todos aquellos patronos, así por supuesto con los sindicatos, porque sin duda queremos darle una mejor vida a los trabajadores, que todos los que son obreros tengan más tiempo de recreación, de estudio, y que al mismo tiempo no se distorsione la gran economía”.